Backstage: cómo se produjo el deepfake de Reverso que protagonizaron Macri, Fernández, Lavagna y Del Caño

Anita Pillado (Production Manager de BBDO Argentina) 

 ¿Cuáles fueron los principales desafíos de producción durante el proceso?

Anita Pillado: La verdad es que este tipo de ideas no se dan muchas veces. Y cuando suceden, suelen ser desafiantes. En este caso, cuando me llegó el proyecto, estuvimos varios días pensando la factibilidad. Teníamos poco tiempo y poco presupuesto (por ser una organización del tercer sector). A su vez, era una técnica que hasta ahora no se había usado tanto y no se entendía bien cómo iba a quedar. Esto era lo más importante. Si bien veíamos referencias, nosotros queríamos que realmente funcione. Para esto convocamos a Oruga con quienes venimos trabajando hace tiempo, su aporte fue fundamental. Establecimos pautas, tiempos y también expectativas junto a Joaquín y Christian, los DGCs de la agencia. Planteamos los límites: hasta dónde podíamos llegar y hasta dónde no. Conversamos cada etapa con el cliente que nos dieron plena libertad. Una vez que todos estuvimos en línea, comenzamos la producción. Fue un gran trabajo en equipo junto con el cliente que participó y en colaboró en todo lo que se fue necesitando. Son procesos más inusuales ya que se flexibiliza un poco todo, pero son los que más entusiasman.

Creo que el gran aprendizaje de este proyecto fue confirmar que los modelos de producción ya no son los mismos. En BBDO venimos trabajando con distintos modelos de producción, adaptándonos a las necesidades de los clientes y a veces surgen este tipo de trabajos que nos ponen en otro lugar al momento de producir. Reverso fue un ejemplo de producir con otro mindset, haciendo más versátil el proceso. Creo que es hacia dónde la producción tiene que ir.

¿Cómo fue el trabajo coordinado con el cliente, la productora y la postproducción?

Anita Pillado: Fue un trabajo de mucha libertad tanto del cliente hacia nosotros como de nosotros con la productora. Oruga fue un partner fundamental ya que nos entendió y trató de encontrar desde el primer momento la mejor forma de hacerlo. Y la predisposición. Teníamos muchas expectativas, fuimos muy cautos y sinceros también de hasta dónde podíamos llegar y llegamos a un lugar que nos dejó a todos muy conformes. Otra muestra de que cuando las expectativas de todos están claras, el resultado es mejor.

Ahora con el spot al aire, ¿qué repercusiones tuvieron?

Anita Pillado: Tuvimos repercusiones de la gente que aún tiene dudas de si los candidatos son reales o no. Y también de colegas que nos han escrito por el buen trabajo. Quedamos todos muy contentos con el resultado. Creemos haber superado nuestras expectativas y también las del cliente.

Federico Russo (Director de Oruga)

¿Cuál fue el mayor desafío a la hora de filmar el comercial?

Federico Russo: El gran desafío para la realización de esta pieza fue el realismo. Para poder lograr rostros realistas tuvimos que utilizar un mix con las técnicas más adecuadas para transformar cada uno de los rostros. El desafío en una pieza de estas características está siempre puesto en el nivel del resultado final. Logramos materializar una idea que en su esencia tiene un potencial enorme, un mensaje claro y un horizonte hacia el cual ir.

¿Con qué dificultades se encontraron?

Federico Russo: La primera dificultad que se nos apareció cuando recibimos el guión, fue pensar de qué manera técnica podríamos lograr generar la transformación de los rostros. Teníamos que aplicar material del archivo a un personaje (actor) filmado por nosotros en nuestro set. Trabajamos en conjunto con la casa de postproducción para lograr descifrar el trabajo que hacen los softwares de inteligencia artificial que aplican el cambio de rostro sin tener grandes señales que develen el truco.

¿Qué técnicas se usaron para que los personajes se parecieran a los verdaderos protagonistas?

Federico Russo: Trabajamos con post producción y aplicaciones de IA, ajustes de cámara e imagen, y un casting muy exhaustivo para que no se percibiera el truco en ningún momento. Para lograr que al aplicar el rostro podamos ver en cara y cuerpo al candidato elegido el casting fue crucial. En primer lugar había que encontrar parecidos en la estructura física del candidato real. El problema fue que, en general los parecidos de cuerpo no coincidían en la quijada por ejemplo. Todo tenía que ser perfecto para lograr el realismo tan necesario en esta campaña.

Otra de las dificultades era que el actor no podía moverse demasiado porque el software perdía el trackeo sobre el rostro y esto revelaba el truco al instante. Luego tuvimos que pensar los encuadres, ya que la lectura de la cara del protagonista nos daba un archivo de video de 256x256 pixeles, sumamente chico, si lo ampliamos la calidad de la imagen se rompía. Esto nos obligó a filmar la película en planos generales para así poder componer el rostros sin rastro del efecto.

Otra de las dificultades tiene que ver con lograr las voces de los protagonistas, ¿cómo alcanzaron el parecido?

Federico Russo: Fue un trabajo milimétrico. Una vez que teníamos la técnica para trabajar la imagen pasamos a pensar en las voces, un camino difícil también. Hicimos muchísimos castings de voces para lograr dar con las más acertadas. Esto generó una dificultad, ya que, los imitadores suelen ponerles un tono de humor al candidato que imitan y nosotros necesitábamos conseguir una réplica de la voz realista, no actuada y mucho menos exagerada. Después de varias grabaciones dimos con lo que buscábamos.