El experimento se basó en usar la onda de color que tiene cada salsa y transformarla en un sonido. Así, cuando cada persona va probando los nuggets y sumergiéndolos en las diferentes salsas, sin saberlo, crean un patrón que será transformado en una composición musical. Estos patrones fueron usados para crear música inspirada en los gustos de las personas que hicieron el test.
La producción musical estuvo a cargo de Groove Music Factory, quienes lograron convertir la onda electromagnética de cada color en una onda sonora. Por su parte, la producción audiovisual del experimento estuvo a cargo de Joel Christopher y Gabriel Vanerio.